Según una psicóloga del Hospital Pirovano, los mensajes de texto y los e-mails pueden ser más intimidatorios que un conflicto cara a cara, ya que prescinden de contexto, de lo gestual y de las inflexiones de la voz. 
Según Eva Corsini, del Programa de Salud Mental Barrial del Hospital Pirovano , «la gente cada vez más tácitamente acepta que le es más fácil decir ciertas cosas por e-mail». Agrega que, no tener que dar la cara «sienten que están escondidos y se animan a decir cosas ofensivas o a cortar una relación con un mensaje drástico o violento».
«En la web no existen los matices del cara a cara, falta lo visual y lo auditivo. Hay un déficit en la percepción del contorno, el entorno y el tono que puede ser aprovechada por una personalidad dominante que utiliza su poder, su capacidad para influir sobre otros para avasallar, despreciar, reprimir o intimidar», explica la profesional consultada por el portal cordoba.net. Corsini subraya que como en este tipo de comunicación no se interactúa en forma personal con el otro, «hay que tener ojo», para apreciar las circunstancias», al tiempo que recomienda mantener en esta ida y vuelta de mensajes «una postura firme, que no sea ni sumisa ni hostil». Como recomendación, la profesional sostiene que «a veces, es necesario permanecer en silencio por un tiempo, retirarse de un chat, no contestar un mail y distraerse para disipar la agresión y evitar el enojo».
«En la web no existen los matices del cara a cara, falta lo visual y lo auditivo. Hay un déficit en la percepción del contorno, el entorno y el tono que puede ser aprovechada por una personalidad dominante que utiliza su poder, su capacidad para influir sobre otros para avasallar, despreciar, reprimir o intimidar», explica la profesional consultada por el portal cordoba.net. Corsini subraya que como en este tipo de comunicación no se interactúa en forma personal con el otro, «hay que tener ojo», para apreciar las circunstancias», al tiempo que recomienda mantener en esta ida y vuelta de mensajes «una postura firme, que no sea ni sumisa ni hostil». Como recomendación, la profesional sostiene que «a veces, es necesario permanecer en silencio por un tiempo, retirarse de un chat, no contestar un mail y distraerse para disipar la agresión y evitar el enojo».
