Inundación La Plata: crónica costera

Tras la catástrofe sin precedentes, que ocasionó la pérdida de miles de hogares y la muerte de 89 personas, el corresponsal de MDA Noticias en La Plata efectuó un encuentro con jóvenes del Partido de La Costa que residen en la capital provincial. Jóvenes que vieron de cerca la tragedia del 2 de abril del 2013 y que tienen una historia para contar.

“Yo tenía la intención de venirme a La Plata con motivo de organizarme una semana antes las cursadas”, cuenta Cristian Hidalgo, que en ese momento se preparaba para retomar arquitectura, la carrera que estudia en la UNLP. El joven de 21 años, había sacado pasaje para el 3 de abril, el día después de los 392 milímetros de agua que cayeron en la ciudad. Enseguida comentó que había sido alertado de la inundación y por ese motivo buscó videos en internet  para ver cuál era la situación. “Vi algunos que mostraban que el agua llegaba hasta el cordón de la vereda así que pensé que era algo de menor gravedad”, aseguró aunque al instante confesó que cuando llegó se dio cuenta que “era algo totalmente distinto”.

Cristian viajaba en el colectivo rumbo a la parada de ómnibus. Sin embargo, debido a la acumulación de agua que había en las calles los chóferes comenzaron a notar que no podían avanzar más. Llegaron hasta 143 y 44, donde se forma una intersección y había un gran charco. Me dejó como a 40 cuadras, estaba con los bolsos y el tablero de la facultad”, agregó el alumno que justo divisó a un conductor de una camioneta y le pidió auxilio. La gente se empezó a desesperar por subir, tuve que ayudar a varias personas que casi quedan en el intento”, cuenta mientras se toma el rostro.

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El oriundo de San Bernardo muestra unas fotografías que él mismo sacó. Continúa describiendo cómo había quedado la capital de Buenos Aires, la lluvia alcanzó niveles insospechados, “había partes que el agua llegó a superar las puertas”. El último transcurso de la entrevista se tornó reflexiva: “Era una situación muy triste, ver a la gente tratando de acomodar su casa, perdiendo todas sus pertenencias. Era una catástrofe. Es lamentable por la gente que perdió familiares”.

Los días posteriores fueron caóticos debido a los cortes de luz eléctrica, falta de agua y gas. La oscuridad invadía La Plata. Saqueos, robos, el aumento potencial de transmisión de enfermedades, residuos, casas deplorables, cadáveres“Ojalá que se pueda solucionar estos problemas, vamos a tratar, desde la Facultad (de Arquitectura) de hacer algo”, deseó el futuro arquitecto.

“En el viaje llovía mucho y entraba agua por la claraboya del micro”, comenta Aldana Florencia Verga, que el 2 de abril iba desde la localidad balnearia de San Bernardo a Quilmes y se preparaba para luego visitar la ciudad platense. La estudiante de la Escuela de Teatro de La Plata, no salía de su asombro. Había recibido unos mensajes avisándole de la catástrofe ocurrida y por eso, ese día, no fue a La Plata. Cuenta, además, que estaba muy sorprendida: No encuentro palabras para describir lo que sentía. Era todo cada vez peor. Los testimonios de amigos, conocidos, profesores que contaban cómo había sobrellevado la noche, esos días”.

La costera de 23 años rescató las gigantescas campañas de donación que se montaron y sentenció: Siento mucho orgullo de la solidaridad de la gente. Todo el país se movilizó para colaborar con lo que sea”.

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La militancia solidaria a merced del otro

Jimena Soliani terminó sus estudios secundarios en el 2011, en Villa Gesell. Con 21 años, estudia en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata, forma parte del grupo de Jóvenes en Interacción (JeI) en los barrios, milita en la agrupación universitaria Rodolfo Walsh y se muestra comprometida con el proyecto nacional de Cristina Fernández de Kirchner. A tal punto que se puso a disposición de las miles de víctimas que sufrieron pérdidas tras la inundación.

En principio introduce contando cómo vivió la noche del 2 de abril: “A mí se me cortó la luz y me quedé sin batería en el teléfono, entonces no me enteré lo que pasó. Al menos no esa noche”. Confiesa que supuso que no había pasado “gran cosa”. El barrio en donde reside no padeció graves daños. Por eso, al otro día no notó nada extraño más que “alguna que otra casa”  inundada.

Al llegar a lo de su tía se enteró, por televisión, todo lo que había sucedido. Esa misma noche, los compañeros de la Agrupación se pusieron en contacto y coordinaron la organización de las donaciones. De esa manera, transformaron la Facultad de Periodismo en una sede de donativos y centro de evacuación.

A partir de ese momento, trabajaron sin descanso: “Durante los días siguientes, casi cuatro semanas, estuvimos en la Facultad y en los barrios. Se distribuyeron colchones, alimentos, artículos de limpieza y ropa a muchos sectores de la plata. Trabajamos en conjunto con Unidos y Organizados, la Walsh, independientes y gendarmes. En la Facultad se armó una mesa de planificación donde estaban desde Florencia Saintout (Decana de FPyCS), Andrés Larroque (Diputado Nacional) hasta Cristina (Kirchner). Ellos llevaban un conteo de las provisiones y las dividían en los barrios según las necesidades. Se repartió todo, se acompañó a la gente”.

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Camila López, joven de San Clemente del Tuyú, también fue voluntaria en la organización de las donaciones y la ayuda a los damnificados por la inundación. Aquél día le comentó a Radio Noticias Web: “Es impresionante la cantidad de donaciones y la cantidad de gente que ayuda”, aseguró y remarcó:“Más allá del horror de lo que pasó queda marcada la clase de argentinos que somos”.

Finalmente resaltó que lo importante fue “ayudar”, punto crucial para que la ciudad platense saliera adelante. La solidaridad resultó ser vital para poder continuar, volver a construir de cero, empezar de nuevo.

La ciudad de La Plata que se puede apreciar en la actualidad, a dos años del desastre, ha vuelto a nacer.