Consejos para evitar los golpes de calor

Es importante tener en cuenta algunas medidas preventivas a  para evitar los golpes de calor, especialmente, en los grupos más vulnerables como son los adultos mayores, los niños y las personas con enfermedades crónicas.

El golpe de calor es producto de la pérdida de agua y sales esenciales que el cuerpo humano necesita para el buen funcionamiento. Fiebre, sed intensa, sensación de calor sofocante, piel seca, dolor de estómago, falta de apetito y náuseas, dolor de cabeza, mareos e incluso desmayo, pueden ser algunos de sus síntomas. Particularmente en los bebés, también se puede observar la piel irritada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal, irritabilidad y llanto.

Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés; los niños pequeños; los mayores de 65 años de edad y quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas; hipertensión arterial; obesidad y diabetes.

Es muy importante el consumo de líquido a lo largo de todo el día, incluso aunque no se tenga la sensación de sed propiamente dicha. Es preferible la hidratación con agua fresca y no ingerir infusiones calientes, bebidas alcohólicas ni muy azucaradas.