La seguridad o la falta de ella en nuestra sociedad es el tema que más preocupa al vecino común y evidentemente también al político en cada nivel de gobierno, ya que las medidas que se tomen en estas cuestiones pueden hacerle ganar la confianza o el rechazo visceral del pueblo.
Esta preocupación nos tuvo de simples espectadores a los costeros durante muchos años, sin embargo, los tiempos han cambiado y actualmente sumado al aumento de la población estable durante el invierno en estas localidades, la inseguridad pasó de ser una nota de la televisión nacional a debatirse en la mesa diaria, en las instituciones y hasta en la calle.
El reclamo de seguridad y el compromiso ciudadano al respecto toma diversos matices. Así podemos mencionar que en la tarde de este jueves, vecinos de Mar del Tuyú agrupados en la Cámara de Comercio de la ciudad visitaron la Sala de Situación Municipal y se reunieron con el Secretario de Ordenamiento Urbano, Roberto Ferreyra. Esta institución de zona centro vio como camino contra el delito dar una señal de apoyo al gobierno municipal y las fuerzas de seguridad, con el objetivo –dicen- de poder “ayudar a Mar del Tuyú y poder colaborar con las autoridades de la Municipalidad y ver de qué manera mejorar la seguridad”.
Así lo expresaron oportunamente tanto José Mutti, Presidente de la Cámara, como la secretaria, Marta Etchegaray y al mismo tiempo dejaron entrever la necesidad de que este tipo de entidades funcionen activamente en cada localidad para permitir que aunando esfuerzos se pueda trabajar en conjunto en pos de mayor seguridad.
Un fin en común, distintos medios
En contrario al trabajo conjunto planteado por los comerciantes de Mar del Tuyú, un grupo de vecinos autoconvocados, entre quienes tal vez la cara más visible sea Silvio Ovettini, no sólo ha reclamado la separación del cargo de los comisarios jefes de las dependencias del distrito sino que convoca a un “banderazo” este sábado a las 10 en activo reclamo por mayores medidas contra la inseguridad en La Costa.
Según el mismo Ovettini, en declaraciones a medios locales, el 90% de los delincuentes que actúa en la zona son habitantes de La Costa y la política de alguna manera apaña el delito, no sólo la oficialista sino también la opositora.
Esta opinión marca claramente la dificultad, dada la postura de los vecinos autoconvocados, de un posible trabajo conjunto con autoridades tanto municipales como policiales.
Por otro lado, este planteo pone una vez más en la superficie la antinomia entre quienes aseveran que es preferible que los policías que prestan servicio en la zona sean nativos de estos lugares y quienes pretenden “que se vayan todos” al entender que puede existir una convivencia entre policías y delincuentes.
El partido de La Costa empezó a discutir hace un tiempo su rol frente a la seguridad a nivel local, sin embargo, hoy los tiempos se ven acelerados ante la llegada de un nuevo fin de semana largo, la presión social de los vecinos, y los delitos. Estos últimos son la mayor certeza en toda la discusión y pueden corroborarse no por sensaciones sino por hechos, ordenes de allanamiento, denuncias y procedimientos que, a diferencia de otras épocas, en la actualidad cuentan con mayor comunicación oficial y por medios periodísticos.
Si bien el dolor y la bronca de las víctimas son combustible de estos reclamos, la verdadera solución deberá surgir de un razonamiento serio y responsable.
