Castrilli, el candidato más caro del PRO en la provincia

Una de las razones principales por las que Mauricio Macri bajó su candidatura presidencial en 2011 fue, tal como confesaría luego el jefe de gobierno, que no tenía un candidato en La Matanza, el municipio con mayor número de electores en el país.

macri y castrilli

El PRO tuvo dos años para encontrar un candidato en el distrito de la Tercera Sección bonaerense, pero las boletas del partido de Macri no aparecieron en el cuarto oscuro ni en las primarias ni en las generales de 2013.

La jugada del PRO en La Matanza consistió en financiar la campaña del ex árbitro de fútbol Javier Castrilli, que fue como candidato en las Paso por el frente de Francisco De Narváez y antes de las generales renunció a su candidatura y anunció que se iba con Sergio Massa en medio de un escándalo.

La inversión que el PRO hizo en Castrilli para instalarlo pensando en las elecciones de 2015 fue desmedida en comparación a lo que gastó el partido de Macri en la campaña del resto de sus candidatos bonaerenses.

LPO accedió al resumen de cuentas de la exigua campaña bonaerense del PRO, que terminó cerrando un acuerdo con Massa. La campaña de Castrilli costó 2.029.649 pesos, por lejos la más cara de todos los candidatos que el PRO presentó en la provincia.

El mayor gasto que generó Castrilli fue la fiscalización, por la que el PRO desembolsó $636.250 y las boletas, que costaron $400.757. Las boletas no pudieron ser utilizadas en las generales de octubre, puesto que “El Sheriff” renunció a su candidatura en septiembre.

Un síntoma de la falta de armado del PRO en La Matanza es que gastó más en globos que en encuestas. Los globos costaron 8906 pesos y las encuestas 6 mil, muchísimo menos de los que se gastó en remeras ($178.110).

El gasto en Castrilli prácticamente cuadruplicó los costos de otros candidatos a concejal que sí pudieron ingresar a una banca a través del Frente Renovador, como el caso de Marcos “Cotoco” García, en el Paritdo de la Costa ($594.987) y Marita Conti, en Pergamino ($569.121).

Pese a todos estos contratiempos, el PRO sigue apostando a Castrilli, que no fue tenido en cuenta por Massa. No sólo le pagan el alquiler de una casa en Ramos Mejía, que cuesta unos 12 mil pesos por mes, sino que lo llevan a comer asados una vez por semana. El encargado de contenerlo es Ezequiel Fernández Langan, director de la empresa estatal Autopistas Urbanas (Ausa).

Fuente: lapolíticaonline.com