Estudiantes universitarios, oriundos de La Costa, relatan su experiencia a un año de la catástrofe que tuvo lugar en la capital de la provincia de Buenos Aires. La incertidumbre, el miedo y la tristeza entremezclada con la solidaridad, la unión y la ayuda.
El 2 de abril se cumplió un año de la inundación que azotó la ciudad de La Plata. Muchos habitantes del Partido de La Costa, viajaron o estuvieron en el lugar del desastre ya que estaban próximos a retomar sus estudios facultativos. Lo que jamás se imaginaron es que se encontrarían con una ciudad «totalmente diferente», como comentó Cristian Hidalgo, san bernardino de 20 años que se desenvuelve en arquitectura.
“En el viaje llovía mucho y entraba agua por la claraboya del micro”, sostuvo Aldana Florencia Verga que iba de San Bernardo a Quilmes, para luego visitar la ciudad de las diagonales. La situación pareció sobrepasarla y la joven que estudia en la Escuela de Teatro de La Plata aseguró que no encontraba las palabras “para describir lo que sentía».
En tanto que Cristian, sin salir de su asombro, describió el paisaje que lo rodeaba y aseguró que “había partes que el agua llegó a superar las puertas. Era una situación muy triste, ver a la gente tratando de acomodar su casa, habiendo perdido seres queridos y todas sus pertenencias».
Al mismo tiempo otros costeros fueron protagonistas activos de las campañas de donación y ayuda a los damnificados durante los días posteriores a la caída de 392 milímetros de lluvia. “Durante las cuatro semanas siguientes, estuvimos en la Facultad y en los barrios. Se distribuyeron colchones, alimentos, artículos de limpieza y ropa a muchos sectores de la plata«, relató Jimena Soliani, quien estudia en la Facultad de Periodismo, sede de muchos de los evacuados y de los donativos.
Camila López, joven de San Clemente del Tuyú, también fue voluntaria y sintetizó su experiencia en una frase: “Más allá del horror de lo que pasó queda marcada la clase de argentinos que somos”.
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