Nueva Atlantis | Volvieron de crucero por Europa y los vecinos amenazaron con prenderles fuego la casa

Una vecina denunció en las redes sociales que se trataba de un matrimonio italiano con coronavirus y se inició una especie de “caza de brujas». Indignado por la situación que les tocó vivir, el hombre que no era italiano ni presenta síntomas compatibles con el COVID-19 señaló: “Fue terrible y entramos en una crisis nerviosa con mi señora”.

“Esto pasó hoy en la calle Newton. Un operativo a italianos que vinieron de Italia. Dicen que la chica está infectada y nuestros servidores públicos se tienen que arriesgar para evitar que la inconsciencia de algunos nos contagie a todos”, comentó una vecina de Nueva Atlantis en Facebook a raíz de la viralización de un confuso video donde solo se veía al personal de Defensa Civil conversando desde la calle con los moradores de una vivienda.

La incertidumbre hizo que la paranoia se apoderara del barrio y empezaran los agites virtuales para ir a “prenderles fuego” la casa como si se tratara de una especie de “caza de brujas”.

Advertidos de esta situación, Norberto Cavaco (62) y Liliana Flores (56) entraron en una crisis nerviosa: no podían parar de llorar ante el temor de que la gente hiciera “justicia por mano propia”.

El matrimonio, que es oriundo de Ramos Mejía y está instalado desde hace 4 años en Nueva Atlantis, jamás se imaginó que al volver a su hogar después de una atormentada travesía a bordo del crucero Costa Pacífica iba a ser víctima de semejante discriminación.

Los que nos conocen empezaron a llamarme para decirme que la gente pensaba que éramos italianos y que mi mujer estaba infectada. Trascendió cualquier cosa a raíz de un video filmado por una vecina que no sé ni quién es. Vivimos una situación terrible y entramos en una crisis nerviosa con mi señora. No me tienen por qué escrachar si no saben quién soy”, se lamentó Norberto ante Infobae.

“Vamos por el día 10 (de cuarentena) y por suerte no presentamos ni fiebre, ni tos ni nada. Y este domingo ya terminaríamos la cuarentena”, explicó Norberto, más allá de que el presidente Alberto Fernández extendió las medidas de restricción hasta el 12 de abril. Al finalizar ese aislamiento deben continuar con el otro, pero ya podrían salir a la calle a hacer compras por su cuenta.

Como por ahora no pueden hacerlo y nadie quiere ayudarlos por temor a un supuesto contagio, les tocó vivir momentos desesperantes cuando los alimentos que les habían comprado sus hijos (todos viven en Buenos Aires) antes de su llegada empezaron a escasear.

“Al igual que el personal médico del hospital de Mar del Ajó, que nos llama dos veces por día para saber cómo nos sentimos, el subcomisario Pablo Abeleyra también lo hace a diario para preguntarnos si necesitamos algo. Fue ahí cuando le pedí si tenía a alguien conocido para mandarme para que me hiciera las compras porque ya no teníamos ni pan ni leche ni agua”, relató Norberto.

Para su sorpresa, el subcomisario se mostró dispuesto a tenderles una mano y los contactó con uno de sus propios efectivos para que los asistiera. “Lo tengo todo grabado con mi celular. El sargento Dardo vino hasta nuestra casa con la mercadería que necesitábamos. Cuando todos nos dieron la espalda, la Policía de la Provincia de Buenos Aires fue la única que nos ayudó”, se emocionó.

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Fuente: Infobae