La historia de la familia de Santa Teresita que vendió todo para recorrer Argentina en un colectivo

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La familia Gerardi Veiga está compuesta por cinco miembros: Emilio (31 años), Agustina (28), Emma (2) y los dos perros, Tommy (13) y Pantera de 6 meses. Tenían locales de sushi en Santa Teresita, San Bernardo y Pinamar cuando decidieron que eso no era lo de ellos y vendieron todo. ¿El plan? Salir a recorrer el país con un colectivo convertido en motorhome.

Largaron con los primeros compases de 2021 y la aventura la publican en Instagran y Facebook: @poneleprimera. Ellos están recorriendo el país y estos últimos días del verano los encontró en Lago Puelo, en medio de los terribles incendios que están provocando desastres en el sur argentino.

“Entramos a Lago Puelo por Pasaje Radal y estábamos enamorados del paisaje y el otro día tuvimos que pasar otra vez por ahí y veías cómo estaba todo prendido fuego, humo en todas partes. Eso es bastante triste”, le cuenta Agustina a ENTRELINEAS.info. Y en medio del desastre, la solidaridad. Por eso, subió a su cuenta de Instagram un video que muestra cómo está “la comarca andina resurgiendo de las cenizas”.

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Los viajeros, que se van encontrando con otros viajeros, armaron una cadena de solidaridad. “Llegamos y ya era más fuerte que nosotrxs, lágrimas y dolor”, escribió. “Emma, bajamos a unas casitas y acompañamos a unas voluntarias a dejar agua, jugo y leche”, relató. “Ahí conocimos a la primera familia. Diego, Lida y sus dos hijitas que perdieron todo. Literalmente todo. Sus animales, su huerta, sus pertenencias, todo. Pero ambos tenían una fuerza más que admirable”, explicó.

“Todas las personas que conocimos y con quienes compartimos eran pura fuerza. También conocimos a una familia francesa que hace algunos años viven en Argentina. En los incendios de comienzo de año, perdieron la casa en la que estaban viviendo, en Cuesta del Ternero. Y ahora, esta semana, volvieron a perder todo. Vuelven a empezar de cero. Las historias son desgarradoras y lo que se ve también”, señaló.

La situación es sumamente dolorosa, con gente durmiendo en carpas improvisadas con palos y nylon. Señaló que ropa no se precisa porque no hay donde guardarla, sino que “es indispensable conseguir herramientas, ropa de trabajo (borcegos, camisas, pantalones), y materiales para la construcción. También hace falta conseguir una retroexcavadora”. Aunque “lxs vivxs no faltan y se chorearon dos motosierras”.

Pero Agustina también agrega que sería fundamental acercar asistencia psicológica a la gente involucrada en este desastre. “Como apreciación personal creemos que esto es fundamental. Porque podemos acercarnos y brindar nuestro oído u hombro pero no somos profesionales”.

Fuente: Entre Líneas Info